jueves, 26 de febrero de 2015

Recuerdo o...

Él y yo íbamos sentados en la parte trasera de un auto y nos encontrábamos cada uno en su respectiva ventanilla, yo miraba como los árboles se convertían en simples borrones al pasar a gran velocidad cerca de ellos, mientras que ocasionalmente de reojo veía que él estaba  viendo igual hacia el paisaje que tenía a su lado, sin embargo en su lado de la ventana se podía divisar una enorme extensión de agua, así pasamos gran parte del viaje, hasta que de repente el comenzó a estirar los brazos y sin fijarme en que momento, su cabeza ya se encontraba en mi regazo, por supuesto que eso me tomó por sorpresa, así que ahogué un grito mientras que el cerraba los ojos esperando a que saliera el sonido chillón de mi voz, pero no pasó, así que lentamente abrió los ojos y me pidió una disculpa, pero seguí recostado en mis piernas yo no sabia cómo reaccionar, así que simplemente me crucé de brazos y enseguida él me tomó de una mano y la colocó sobre su cabeza, decidí hacer lo que insinuaba, así que le empecé a acariciar el cabello mientras que el sonreía yo miraba a la ventana haciendo de cuenta que no estaba él en donde estaba y que yo no hacía lo que hacía. Mientras trataba de mostrarme indiferente, dentro de mi cabeza se encendía una alarma que decía "mantente así", "no caigas en sus provocaciones", "él no es para ti" y esa clase de advertencias que no quieres escuchar dentro de tu cabeza cuando estas con el chico  que te gusta, pero imposiblemente ahí estaba, escuchando esas advertencias repetidas una y otra vez en mi cabeza mientras que le acariciaba el cabello. 

EL viaje parecía eterno, así que sin darme cuenta en un momento me quedé dormida, pero el sueño duró poco debido a que él se había levantado de mis piernas y ahora yo con los ojos aun cerrados, sentía como sus manos se posaban en mi cabello y lentamente me acurrucaba en su brazo, como en una especie de abrazo. Sentía que quería que eso nunca acabara y de repente un freno me obligó a separarme de su lado, puesto que seria muy ilógico o poco creíble que alguien siguiera durmiendo con tremendo zarandeo del auto, así que hice como que no había sucedido nada y me volví hacia mi ventanilla, pero un momento después él volvió a acercarse a mi y esta vez se recostó en mi hombro así que yo voltee la cara para sonreír en un  gesto de saludo y enseguida me topé con sus enormes ojos, tupidos de pestañas muy largas y negras y me quedé hipnotizada en esos ojos castaños tan profundos. No se cuanto tiempo estuve observando sus ojos y no tenia forma de saber de que manera terminaría esto, pero pasó lo que yo me temía. Él miraba mis ojos tanto como yo los suyos, sin embargo el chico levantó su manos y comenzó a acariciar mi cabello comenzando con la parte superior para así bajar a mis mejillas y también acariciarlas diciendo que eran muy suaves, después con las yemas de sus dedos índice y dedo medio rozó mis labios y este acto me hizo estremecer, fue como cuando oigo música hermosa, de esas cantantes con voces increíbles y se me eriza la piel al escucharlas, pero después esa sensación se remplazó rápidamente con una mirada perpleja y nervios que hacía mucho tiempo no experimentaba. De pronto el chico tomó mi barbilla con su dedo pulgar  e indice y suavemente lo apretó y fue acercándolo a su rostro hasta que no quedo más de un milímetro de distancia, podía sentir su respiración y nuestros labios se encontraban ya tan cerca el uno del otro, entonces cerré los ojos esperando aquél beso y entonces...
Un golpe en la puerta me hizo levantarme de golpe y muy exaltada, entonces mientras asimilaba lo que acababa de suceder, miraba mi reloj de mi mesita de noche y comprobaba la hora. Mi madre había llamado a la puerta para despertarme, pues ya se era hecho tarde para ir a la escuela, así que me vestí muy rápido bajé las escaleras y me fui al carro en donde ya se encontraba mi hermano y mis primas todos listos para la escuela. Durante el camino pensé mucho en el sueño y me preguntaba constantemente si había sido solo eso, "un sueño". El fantasma del sueño me acompañó el resto del día, pero cuando lo vi a él parecía incomodo con mi compañía, por lo que decidí alejarme e irme a repasar mis lecciones, pues aunque él no leyera mis pensamiento y era poco probable que hubiéramos tenido el mismo sueño yo sentía que era más que un simple sueño. Yo sentía que se trataba de un recuerdo, de alguna situación en la que probablemente estuvimos juntos de esa forma, pero algo nos separó. Era como si ambos hubiésemos recordado lo sucedido en esa vez y ahora nuestras mentes se conectaran para recrear la escena. No sabia ni que pensar, así que dejé de inventar hipótesis y mejor decidí dejarlo como un sueño.

Solo se trataba de una pregunta

Un día mientas me encontraba sentada platicando en las bancas de piedra de mi escuela, con una amiga sobre nuestras experiencias sentimentales, el enamorado de ella apareció y se sentó junto a nosotras, de pronto sentí un poco de celos por ella, puesto que en esos momentos ella estaba saludándolo con un lijero beso en los labios y yo un poco incomoda lo saludaba con un gesto de la manos. Después de unos instantes de silencio el chico que de igual forma había notado nuestro silencio, se dispuso a preguntarnos de que estábamos hablando, así que mi amiga le dio una pequeña versión un poco alterada de lo que hablábamos, él dedujo inmediatamente que no le concernía nuestra plática así que solo me pregunto, quizá por curiosidad o para hablar de algo, que si yo tenia novio, a lo cual yo respondí con una sonrisa incomoda y le dije que tenia los ojos puestos en un chico. Aparentemente se dio cuenta lo vacías que sonaban mis palabras o quizá era el hecho de que evitaba su mirada, pero me preguntó como en tono de reproche "pero, ¿él tiene los ojos puestos en ti?" a lo que me quedé callada por un momento, mientras que mi mente quería gritarle al chico que se encontraba frente a mi para decirle que se callara y que no era de su incumbencia lo que pasara con mi vida, puesto que yo no tenia ninguna clase de relación, ni de  amigos con él. Todo ese torbellino de palabras surgió de repente en mi mente y tan rápido como vino se fue y de mis labios solo alcance a decir con un dejo de tristeza "no lo se, pero me encantaría averiguarlo" y una sonrisa muy forzada apareció en mis labios, para que un instante después fuera remplazada por un semblante serio y muy triste. Yo sólo quería que se fuera ese chico y me dejara con mi miga, puesto que había interrumpido nuestra conversación, sin embargo pareciera ser que mi amiga me leyó el pensamiento y con ternura le pidió al chico que se fuera y nos dejara solas. Él se disculpó por haber interrumpido nuestra conversación y con un tierno beso se despidió de ella, dejando mi mente pensativa e incluso un poco triste. Sentí que necesitaba estar sola, así que le pedí que no se fuera y me levante de mi lugar para despedirme de mi amiga y me fui, el chico inmediatamente tomó mi lugar y como si yo nunca hubiese estado hablando previamente con ella ambos se sumergieron en una platica en la que yo decidí que no quería ser partícipe y me fui a mi salón con mi corazón en la mano, repasando la pregunta que el chico me había hecho "pero ¿él tiene los ojos puestos en ti?" esa pequeña frase me mantenía muy molesta, porque realmente no sabia la respuesta y definitivamente me hubiese encantado saberla.

lunes, 23 de febrero de 2015

Otra vez...

No estaba bien, tan solo aparentaba que lo estaba. Así ha sido mi vida desde ya varios meses e incluso, puedo decir que años. Siempre era más fácil sonreír que el hecho de que te vieran mal y te preguntaran a cada momento cual era la causa de ello, las explicaciones están de más hoy en día, pues todo el mundo piensa o interpreta lo que le dices a como le da la gana y es por eso que era más fácil callar y sonreír. 
Constantemente sentía la pesada carga de callar, pues en muy pocas ocasiones había hecho esto en el pasado. Ésta vez, sin embargo, no tenía la fuerza para hacer nada. Tan solo quería que alguien me escuchara mientras aguardara silenciosamente a que terminara mi relato sobre lo sucedido, para que después ésta misma persona me abrazara y me dijera que todo iba a estar bien y yo le creyera.
Todo el tiempo creí que los sentimientos eran para la gente débil, pero supongo que es una opinión muy vacía y sin fundamentos viniendo de alguien que probablemente es la persona más sentimental que he conocido, puesto que esa persona soy yo misma. En cualquier caso, ¿qué son los sentimientos? como ser humano, sé que los tengo, pero no se identificar los buenos de los malos, es probable que los sentimientos y demás, sean temas un tanto subjetivos, pero yo realmente tenia ganas de saber, qué era sentir amor real. No de esa clase de amor como el que te dan las madres, puesto que ese es amor incondicional, yo me refiero más bien a esa clase de amor en la que estas con un chico o una chica y sabes que esa persona estará ahí pese a todo. Una vez tuve un amor así, al cual herí, pero no porque quisiera hacerlo, fue más bien porque pensé que era injusto que esa persona que tanto me quería viviera engañada de mis sentimientos, porque aunque él era tierno, sincero, fiel y caballeroso, lo cierto es que para mi no era la persona ideal, y esto no tenía nada que ver con lo anterior, lo que en realidad sucedía era que mi corazón ahora le pertenecía a alguien que hace un tiempo atrás ya se había adueñado de él.
¿Qué si me sentí culpable? Por su puesto que sí, pero si hubiéramos sido el uno para el otro, ahora mismo no existirían éstas líneas. Si hubiéramos sido el uno para el otro, ahora mismo él estaría a mi lado.
La soledad pesa mucho, cuando piensas que tienes ha alguien a tu lado que en realidad nunca estuvo allí cuando lo necesitaste. ¿o es que solo no lo llamaste?, pero ¿es necesario llamarle?, si se supone que estaba allí cuando estabas bien, no es muy lógico que desaparezca cuando estás mal. Quizá es que sólo las personas no son adivinas para saber que te pasa todo el tiempo si eres tan bueno fingiendo.
Lo único que sabía era que estaba sola, justo en ese momento, sola.
No se bien lo que era.
No estaba triste ni feliz. Me sentía vacía... Otra vez.

Hola :)

Si bien es cierto que no son cientos de páginas en las que han quedado evidencia de mis más profundos sentimientos, también es cierto que sí son muchas las páginas en las que he puesto mi corazón y aunque, esas cosas de escribir no se me den tan bien como a muchas otras personas de esta tierra, se que cada palabra que hay en este sitio, en este mí sitio, son palabras que he puesto a consideración para que puedan describir de mejor manera la forma en la que quiero expresarme. 
Por otro lado, si alguien en algún lugar del planeta ha leído éstas líneas, lo invito a que continúe, puesto que probablemente encuentre aquí ciertas anécdotas que le haga sentirse identificado.